La fragancia tiene una partida en dos líneas: una levemente alimonada y que parece de la familia de las mandarinas por un dejo más bien aromático que cítrico puro, y otra también aromática pero confusa y en este punto todavía solapada por el alimonado, que da la impresión entre chocolate, café, cuero o granos de tonka. En fase media el alimonado tiende a la baja como veta independiente, dando un tono que ahora se siente más dulce como una vainilla alimonada acompañado de un tono terroso diferente al que presentaba el CH de mujer.
100 ml lujo $55.000
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